La maternidad es una experiencia maravillosa y gratificante, pero la mayoría de las madres recientes intentan recuperar la forma que tenían antes del embarazo, sobre todo si fue por cesárea. Forzarse a perder esos kilos de más puede ser perjudicial y provocar complicaciones innecesarias.
Este artículo te mostrará cómo reducir eficazmente la barriga después de una cesárea.
Ante todo, es importante tener paciencia. No te esfuerces demasiado por conseguir un vientre plano inmediatamente después de la cesárea, ya que esto sólo empeorará las cosas al retrasar la recuperación. En lugar de eso, ten paciencia y dale a tu cuerpo el tiempo que necesita para recuperarse.
El hecho de que no puedas hacer abdominales normales durante unos días después de la cesárea no significa que vayas a recuperar la forma. La actitud positiva es fundamental para recuperar un vientre plano.
Actúa ya
No podrá hacer ejercicio con regularidad y deberá ser paciente en esta fase. No obstante, pruebe otras formas de aplanar el vientre durante los seis primeros meses después de la intervención. En esta fase, su organismo sigue liberando hormonas del embarazo y la grasa aún está lo suficientemente suelta como para ser excretada.
Establecer una dieta rica en carbohidratos y baja en grasas
Los hidratos de carbono son muy importantes para las madres recientes, ya que contribuyen al proceso de lactancia aportando energía extra. También es importante incluir proteínas, vitaminas y minerales en la dieta. Sin embargo, evita las grasas crudas, sobre todo la mantequilla, la mantequilla clarificada (ghee) y los dulces.
Beber mucha agua y limón
Amamanta siempre a tu recién nacido durante al menos los 6 primeros meses después de una cesárea. Es una de las formas más eficaces de eliminar el exceso de grasa abdominal.
El agua de limón después de una cesárea desempeña un papel importante en la eliminación de la grasa abdominal y ayuda a mantener hidratados los sistemas corporales.
Disfrute de esta maravillosa bebida desintoxicante una vez al día. Derrite el exceso de grasa de tu cuerpo.
Practicar asanas de yoga
En lugar de hacer ejercicio intenso, empieza a practicar asanas de yoga, sobre todo pranayama. Te ayudará a fortalecer los músculos abdominales y a meter la barriga de forma más natural.
Recibir un masaje
Dos semanas después de dar a luz, puedes darte un masaje de embarazo sin dudarlo. Estos masajes descomponen la grasa del vientre, ayudan a drenar el líquido de los ganglios linfáticos y tensan la cintura.
Evita el abdomen durante unos días y concéntrate únicamente en la espalda, las manos y las piernas. Una vez formado el tejido cicatricial a las 4 semanas, el masaje abdominal es indoloro.
Dormir bien
Cuando nace un recién nacido, resulta difícil dormir ocho horas sanas e ininterrumpidas. Sin embargo, la falta de sueño puede causar desequilibrios hormonales que pueden provocar un aumento de peso, así que conviértalo en una prioridad.
Desintoxique su cuerpo
Coma minerales ricos en fibra (frutas y verduras) para ayudar a regular su sistema digestivo. Toma una bebida detox para eliminar las toxinas dañinas de tu cuerpo.
Ejercicio después de una cesárea
Los expertos aconsejan esperar seis semanas tras una cesárea antes de empezar a hacer ejercicio. Una mala alineación puede provocar una incisión abierta y otros problemas médicos complejos. Después de 6 semanas, empieza con ejercicio ligero y no hagas estiramientos durante más de 30 minutos. Puede aumentar gradualmente la cantidad de actividad física. Evite las actividades físicas intensas, como flexiones, abdominales y levantar objetos pesados.
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