Inseminación artificial Túnez es una de las técnicas utilizadas en medicina reproductiva cuando existe un problema de fertilidad y que consiste en colocar una muestra de esperma, previamente preparada en el laboratorio, dentro del útero de la mujer para aumentar el potencial de los espermatozoides y las posibilidades de fecundación del óvulo.
De este modo, se acorta la distancia entre el espermatozoide y el óvulo, lo que facilita el encuentro entre ambos y aumenta las posibilidades de lograr el embarazo deseado.
A diferencia de fecundación in vitro no es necesario extraer previamente los óvulos de la mujer. Tras el diagnóstico inicial, se programa la estimulación ovárica y se realiza un control endometrial para determinar el momento idóneo para la inseminación artificial.
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¿Cuánto cuesta la inseminación artificial?
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¿Cómo funciona la inseminación artificial?
Cuando una pareja o una mujer soltera inicia su proceso de AHR, lo primero que hay que hacer es una consulta preoperatoria para determinar el tratamiento de fertilidad más adecuado. El ginecólogo determina si es preferible la inseminación artificial o la fecundación in vitro.
La inseminación artificial está indicada para :
- Parejas de pacientes con infertilidad de origen desconocido y edad joven.
- Parejas en las que la mujer tiene problemas de ovulación que afectan a su fertilidad.
- En los casos en que la paciente presente una alteración en el cuello uterino.
- Parejas en las que el hombre presenta defectos leves o moderados de concentración o motilidad del semen. Estos pacientes pueden requerir una biopsia testicular
La fecha ideal se elige según el calendario del ciclo menstrual, y se estipula una pauta de estimulación ovárica y seguimiento ginecológico mediante ecografía.
Estimulación ovárica e inducción de la ovulación
Este procedimiento es necesario para aumentar las probabilidades de éxito y lograr así un embarazo, ya que una mujer sólo produce de forma natural un folículo -y, por tanto, un óvulo- en cada ciclo menstrual. Además, para que la inseminación artificial tenga éxito, al menos una de las trompas debe ser permeable y el esperma del varón debe contener una concentración mínima de espermatozoides móviles que permita realizar la técnica con garantías. Esta fase consiste en estimular el ovario mediante la inyección intramuscular de hormonas para que produzca más óvulos en el ciclo natural, y dura de 10 a 12 días.
Durante esta fase del tratamiento, se realizarán ecografías seriadas (entre 3 y 4) y se controlará el nivel de estradiol en sangre para comprobar que el crecimiento y la evolución de los folículos están dentro de los límites normales. Cuando comprobamos mediante una ecografía vaginal que los folículos han alcanzado la cantidad y el tamaño adecuados, planificamos la inseminación artificial sólo unas 36 horas después de la administración de una inyección de hCG, que debe administrarse a la paciente a la hora y el día indicados por el médico. Se recomienda hacerlo, ya que induce la maduración de los ovocitos y, por tanto, la ovulación.
Preparación del semen
La preparación del esperma en la inseminación artificial consiste en seleccionar y concentrar los espermatozoides más móviles. Para ello, las muestras se procesan mediante técnicas de formación o preparación seminal que permiten eliminar los espermatozoides muertos, inmóviles o lentos y optimizar la calidad de la muestra que se utilizará para la inseminación.
Esta fase se acelera cuando el paciente necesita semen de donante. En estos casos, se selecciona el donante más adecuado para cada caso y se prepara la muestra para su uso.
Inseminación
El procedimiento de inseminación artificial se realiza después de inducir la ovulación. A diferencia de la fecundación in vitro, no es necesario sedar al paciente ni pasar por el quirófano. Aproximadamente 2 horas antes, debe entregarse una muestra de semen al laboratorio de andrología para su preparación y capacitación. Tras introducir un espéculo, se pasa la cánula a través del cuello uterino, lo que permite introducir la muestra con los espermatozoides en el interior del útero.
Tras el proceso, la paciente descansa unos minutos durante la consulta, se viste y se le dará una fecha para hacerse la prueba de embarazo. Durante estos 15 días, se recomienda llevar una vida normal, evitando hacer deporte o cualquier actividad de alta intensidad.
¿Qué consecuencias tiene la inseminación artificial?
En la reproducción asistida en Túnez, la mujer recibe fármacos hormonales, principalmente gonadotropinas, para estimular el crecimiento, el desarrollo y la ovulación del óvulo.
Riesgo de hiperestimulación ovárica en la inseminación artificial
La paciente inseminada artificialmente también es objeto de un seguimiento minucioso con análisis de sangre y ecografías para medir el crecimiento del ovario.
Por este motivo, el riesgo es muy bajo, aunque, como hemos indicado, no es totalmente nulo.
La inseminación artificial es sencilla y es muy poco probable que cause problemas.
Sin embargo, esto implica un proceso previo de estimulación ovárica que puede acarrear consecuencias negativas como el embarazo múltiple, más arriesgado que el único, o el síndrome dehiperestimulación ovárica por respuesta excesiva a los fármacos.
También puede haber casos de alergias o infecciones.
En todos los casos, la técnica es segura y los controles realizados minimizan la probabilidad de riesgo.
¿Cuáles son los resultados de la inseminación artificial?
Para lograr el resultado esperado de la inseminación artificial, es decir, el embarazo, es esencial que se cumplan unos requisitos mínimos. De lo contrario, la inseminación artificial no será eficaz y, por tanto, no permitirá el esperado proceso reproductivo.
Es posible que no se consiga el embarazo durante la primera inseminación artificial, pero sí durante el segundo, tercer o cuarto intento. Esto se denomina tasa acumulativa.
Entre los factores que más influyen en el éxito o el fracaso de la técnica de inseminación artificial:
- Edad de la mujer: el porcentaje de éxito desciende drásticamente de los 37 a los 39 años.
- La causa y la duración de la infertilidad: no en todos los casos en los que es difícil lograr el embarazo se recomienda la inseminación artificial.
- La calidad de los espermatozoides del hombre: para la inseminación artificial, debe haber suficientes espermatozoides y éstos deben moverse correctamente para alcanzar el óvulo.
- Grosor del endometrio: debe estar entre 7 y 10 mm para asegurar la implantación.
- Estimulación ovárica: no todas las mujeres responden de la misma manera a los fármacos hormonales y es importante encontrar el fármaco y el protocolo adecuados.
- El número de intentos previos: la tasa de embarazo aumenta con el número de intentos hasta la cuarta inseminación.
Se ha demostrado que las contracciones uterinas durante la inseminación aumentan la probabilidad de éxito. Al parecer, los movimientos que provocan contracciones en el interior del útero ayudan a los espermatozoides a ascender por las trompas de Falopio.
La probabilidad de embarazo también aumenta si la inseminación se realiza con semen de donante. En una mujer menor de 35 años, la tasa de embarazo oscila entre el 15 y el 20% con el esperma de la propia pareja, mientras que con un donante de inseminación artificial (DIA) la probabilidad de éxito supera el 30%.